LA CONSPIRACIÓN OCULTA HACIA EL NUEVO ORDEN MUNDIAL
¿Un Nuevo Orden Mundial en el que los fines justifican los medios? ¿Cuáles fines y cuáles medios? ¿Una nueva casta gobernante? ¿Un Estado Mundial constituido por élites gobernantes elevadas a la categoría de "dioses", de gran formación intelectual, salud, longevidad, influencias, dinero y poder? ¿Una población mundial diezmada a una masa crítica de seres humanos moldeados genética y mentalmente para garantizar la gobernabilidad así como la estabilidad económica y geopolítica de esta casta? ¿Quién lidera esto detrás del telón? ¿Cuál es su propósito final?
ILLUMINATI
Según cuenta el historiador de religiones Serge Hutin, la "Orden de Los Iluminados"(primeramente llamados "Perfectabilistas") fue fundada en Ingolstadt (Baviera, por lo que también se les conoce como "Los Iluminados de Baviera"), el 1 de mayo de 1776 por el alemán Adam Weishaupt, joven de veintiocho años de edad que enseñaba derecho canónico en la Universidad de dicha ciudad. Weishaupt tenía ideas de reforma social sumamente "avanzadas" y fundó dicha Orden con el fin de hacerlas triunfar. Consiguió que entraran en la Sociedad numerosos francmasones que habían roto con la regla que prohibía las discusiones religiosas o políticas en las Logias; en su apogeo, la Orden contaba, en 1783, con seiscientos miembros sólo en Baviera y cierto número de afiliados en toda Europa.
El fin último de los Iluminados era nada menos, al fin y al cabo, que la Anarquía, en el sentido filosófico del término: "He propuesto —decía Weishaupt— una explicación de la Francmasonería, ventajosa desde todos los puntos de vista, por cuanto se dirige a los Cristianos de todas las confesiones, los libra gradualmente de todos los prejuicios religiosos, cultiva y reanima las virtudes de sociedad por una perspectiva de felicidad universal, completa y rápidamente realizable, en un Estado donde florecerán la libertad y la igualdad, un Estado libre de los obstáculos que la jerarquía, la clase, la riqueza, arrojan continuamente a nuestro paso... No tardará en llegar el momento en que los hombres serán dichosos y libres".
Ciertos historiadores han atribuido a la Francmasonería propiamente dicha los propósitos de los Iluminados que, al contrario, trataban de confiscar la institución en provecho propio; así, B. Fabre escribe en "Un iniciado de las sociedades secretas superiores" (París, 1913), para caracterizar la finalidad de los Masones: "Nada de autoridad, así pues, nada de gobierno; nada de leyes, de modo que nada de legislador; nada de familia; nada de sociedad; no más nacionalidades; no más fronteras, no más patrias".
A pesar que en 1785 fue oficialmente disuelta por el Elector de Baviera -y su fundador expulsado de la ciudad- debido a las denuncias de cuatro ex miembros respecto a que "la Orden abjuraba del cristianismo, que se entregaba a placeres epicúreos, justificaba el suicidio, repudiaba el patriotismo y la lealtad como prejuicios de espíritus estrechos, condenaba la propiedad privada, permitía que se hiciera el mal cuando de él había de salir un bien, y en fin, colocaba los intereses de la Orden por encima de toda otra consideración", ésta continuó con su accionar secreto a través de los siglos.
En efecto, Andreas Faber-Kaiser denunció el papel que en la política, entonces europea y luego mundial, miembros inefables de esa orden como Giuseppe Mazzini [que había alcanzado el grado 33 de la masonería italiana en la Universidad de Génova, máximo dirigente de los Iluminatti en Italia el año 1834 y fundador de la Mafia el año 1860] tuvieron sobre la diagramación del mapa de las potencias.
Veamos lo comentado por Faber-Kaiser, a fin de tener una perspectiva general acerca del accionar de esta oscura conspiración oculta: "Es marcada la influencia de los preceptos de los Iluminados en la inminente Revolución Francesa; se dice que Mirabeau y el duque de Orleáns (el futuro "Felipe-Igualdad") habían estado afiliados a la misma.
"Así, en carta dirigida a Mazzini con fecha del 15 de agosto de 1871 —hace más de un siglo— Albert S. Pike [abogado, general sudista de la guerra de secesión y cabeza máxima de los Iluminatti en Norteamérica a partir de 1859] le comunica que la Primera Guerra Mundial se debía generar para permitir a los Iluminados derrocar el poder de los zares en Rusia, y transformar este país en la fortaleza del comunismo ateo. Las divergencias provocadas por los agentes de los Iluminados entre los imperios británico y alemán —y también la lucha entre el pangermanismo y el paneslavismo— se debían aprovechar para fomentar esta guerra. Una vez concluida, se debía edificar el comunismo y utilizarlo para destruir otros gobiernos y debilitar a las religiones.
"La Segunda Guerra Mundial debía fomentarse aprovechando las diferencias entre fascistas y sionistas políticos. La lucha debía iniciarse para destruir el nazismo e incrementar el sionismo político, con tal de permitir el establecimiento del Estado soberano de Israel en Palestina. Durante la Segunda Guerra Mundial se debía edificar una Internacional Comunista lo suficientemente robusta como para equipararse a todo el conjunto cristiano. En este punto se la debía de contener y mantener, para el día en que se la necesitase para el cataclismo social final.
"La Tercera Guerra Mundial se debe de fomentar aprovechando las diferencias promovidas por los agentes de los Iluminados entre el sionismo político y los dirigentes del mundo musulmán. La guerra debe de orientarse de forma tal que el Islam y el sionismo político se destruyan mutuamente, mientras que otras naciones se verán obligadas a entrar en la lucha, hasta el punto de agotarse física, mental, espiritual y económicamente.
"Desandemos este sendero. La Comisión Trilateral es una agrupación de personas privadas de las altas finanzas, del mundo de los negocios y de la política, procedentes de Norteamérica, Europa Occidental y Japón, que brinda a la élite procedente de la masonería de las distintas orientaciones unas posibilidades de encuentro, con vistas a una colaboración secreta que abarca todo el mundo. El objetivo ideológico de la Comisión Trilateral es el mismo que el del Council for Foreign Relations (Consejo para Relaciones Exteriores), fundado en 1921 por el banquero norteamericano Morgan, y conocido también como ‘el gobierno invisible’. El sector político entronca con los Iluminados, que son altos grados de la masonería. Hay escasamente unas cien organizaciones que pertenecen al mundo de la masonería.
"La idea del alemán Adam Weishaupt, que fundó la cúpula de los Iluminados el 1 de mayo de 1776, era el camino a través de la anarquía. El que su fundación tuviese lugar el día siguiente de la noche de Walpurgis, y el hecho de que este día fuera consagrado mundialmente festivo —el 'Día del Trabajo'— aclara todavía más la estrecha relación que existe. El hecho que además el sello de los Iluminados aparezca con la fecha de 1776 en el dólar americano, asombra a aquéllos que no saben que Washington fue tan masón como su rival Jefferson.
"Si hablamos del poder efectivo, debemos mencionar a los Rockefeller y —más importantes aún— a los Rothschild. En sucesión ascendente siguen los Bilderberger, un club formado en mayo de 1954 e integrado por los 500 hombres y organizaciones más ricas e influyentes del mundo, que se propone la instauración del ‘Nuevo Orden Mundial’ [la última conferencia de este selecto club, uno de cuyos más influyentes miembros es el conocido Henry Kissinger, tuvo lugar en junio de 2004 en Stresa, Italia, curiosamente pocas semanas antes de una grave crisis del petróleo que afectó a toda la economía mundial y que, según los propios expertos de la OPEP “no tiene ningún sentido ni base racional”].
(...) Curiosamente, el siglo XX va a acabar casi como empezó, si se mira atentamente el mapa. Muy pocas de las grandes familias oligárquicas que dirigían el mundo entonces deja de hacerlo hoy. Disponen de más poder y más sofisticado. Lo que está en juego son decenas y decenas de países cuyo destino creen construir en libertad, sin advertir quizás que se hallan en las mismas manos que consideran inacabada la obra iniciada por sus perversos antepasados hace doscientos años.”
TESIS v/s ANTÍTESIS = SÍNTESIS
En términos dialécticos, el Plan de los Illuminati, promovido por las fuerzas oscuras, se planteó en tres fases: Tesis, antítesis y síntesis. Se trataba de provocar la aparición de las dos primeras para enfrentarlas hasta el desgaste, de manera que surgiera de ellas la última, la que finalmente necesitaban para su nuevo orden mundial.
La Tesis se venía materializando desde la Revolución Francesa a fines del siglo XVIII, con lo que lograron implantar en Europa un sistema de gobierno republicano alternativo a las monarquías, y la segunda fase, la Antítesis, con la Revolución Bolchevique y la Primera Guerra Mundial a principios del siglo XX, que provocó la aparición de un sistema antagónico materialista y ateo que reemplazó a la Rusia zarista, y un polvorín que necesitaba sólo la mecha precisa para estallar: La Alemania derrotada, pero resentida y poderosa que siguiendo a un manipulado y carismático líder lograría desestabilizar a Europa y al mundo con una Segunda Guerra Mundial, dividiéndolo en dos poderosos bloques ideológicos antagónicos que surgirían del conflicto: EE.UU y sus aliados, materializados militarmente mediante la conformación de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y la Unión Soviética y sus aliados, materializados militarmente mediante el Pacto de Varsovia, para enfrentarlos (Tesis versus Antítesis) hasta el desgaste, materializando de paso un arsenal bélico sin precedentes en la Historia que pusiera en riesgo real la estabilidad física del planeta y pavimentar así el camino para lograr la tercera fase: La alineación ideológica de los dos bloques (ejemplificado simbólicamente con la caída del muro de Berlín), que condujera a la aparente globalización actual y a una nación de gran poder y voluntad hegemónicos: EE.UU., además de un tercer bloque emergente de la Gran Guerra, de gran peso geopolítico en el futuro: la nación de Israel en Palestina, con la consiguiente desestabilización del Medio Oriente, en el cual se desencadenara el uso sin control del arsenal bélico acumulado por las grandes potencias a través de enfrentamientos directos o de acciones terroristas, todos ellos escenarios propicios que el gobierno en las sombras de los Illuminati necesita para desencadenar un increíble y dramático proceso que lo llevaría finalmente a concretar la tercera fase de su plan, la Síntesis: Un nuevo orden mundial absolutamente globalizado que les permitiría acceder completamente al dominio ideológico sobre los seres humanos,
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Aunque actualmente se conoce con el nombre de Illuminati a la élite de privilegiados del fantástico mundo de las finanzas internacionales -que hacen fabulosos negocios a través del mundo en los momentos de mayor crisis, anticipándose a ellas- es evidente la continuidad y vinculación esotérico-histórica de sociedades ocultistas de élite a partir de los Illuminati de Baviera (masonería, templarios, rosacruces y sus subsidiarias y, anecdóticamente, la logia Calaveras y Huesos a la que pertenece la familia Bush), todas ellas organizadas y confabuladas secretamente, tejiendo lazos y contactos en todas las esferas del poder mundial para el pretendido establecimiento de su Nuevo Orden. (Extractado del artículo Los Illuminati, el Poder Secreto detrás de la Historia, de Gustavo Fernández, publicado en la revista electrónica argentina “Al Filo de la Realidad”, revista electrónica Al Filo de la Realidad. www.alfilodelarealidad.com, de la cual es Director. Paraná, Entre Ríos, Argentina).
Para que el quizás sorprendido lector pueda conocer mayores e interesantes detalles respecto de este supuesto “gobierno en las sombras”, le aconsejamos leer el artículo completo, así como las obras Los Illuminati, La Trama y el Complot (Luis Miguel Martínez Otero. 4° Edición noviembre 2004, Editorial Obelisco, Barcelona, España), e Illuminati (Paul H. Koch. 3ª Edición argentina, mayo 2005. Editorial Planeta, Grupo Planeta).
LA CONEXIÓN LUCIFERIANA
Este último autor revela en su libro, sin proponérselo exactamente, la posible conexión entre este “gobierno en las sombras” y el poder oculto extraterrestre, que hace que el primero le sea un útil instrumento humano para sus oscuros propósitos de dominio. Menciona tres hechos que en conjunto nos permiten reflexionar seriamente sobre la veracidad de esta conexión, la que se estaría dando en las más altas cúpulas de la Masonería Mundial y de la banca internacional infiltrada por los Iluminatti:
En primer lugar cita en la página 13 de su obra, al canadiense Wiliam Guy Carr, autor de libro La Niebla Roja sobre América. [Carr] resume así los planes de los Illuminati: "La destrucción del mundo tal y como hoy lo entendemos, aniquilando la cultura occidental y el cristianismo, así como las naciones clásicas. A cambio, apoyarían la fundación de un gobierno planetario que instauraría un culto mundial a Lucifer y reinaría sobre una masa homogénea de seres humanos desprovistos de cualquier diferencia de raza, cultura, nacionalidad o religión, y cuya única finalidad sería trabajar esclavizados al servicio de sus amos. Para forzar el éxito definitivo, los Illuminati se habrían infiltrado en sociedades internacionales, partidos políticos, logias masónicas, bancos y grandes empresas, religiones organizadas... impulsando desde estas instancias todo tipo de movimientos subversivos, crisis financieras y políticas, guerras y conflictos hasta crear una inestabilidad mundial insoportable. En ese momento, ‘cuando las masas, desesperadas por el caos que la rodea, busquen a alguien que las saque del estupor, los Illuminati presentarán a su rey, que será aclamado por todos en todas partes y se hará así con el poder'”.
El propio Carr, según Koch, “reconoce que cualquiera que oiga semejante argumento por primera vez puede pensar que su fantasía no tiene límites. En una sociedad cada vez más materialista y escéptica, como la occidental, donde para muchas personas palabras tales como ángeles, demonios, Dios o Lucifer suenan a ajadas supersticiones propias de la Edad media, es un error habitual pensar que lo que no concebimos o que nos parece irracional será también inconcebible e irracional para otros.”
Luego, en la página 53 menciona la entrevista publicada por la revista norteamericana Progreso para Todos en enero de 1991, al miembro del Concejo Masónico de los Trece, John Todd, en la cual éste afirmaba que el famoso ícono de la pirámide y el ojo resplandeciente con el que se representa por lo general a Dios (que se encuentra como podrá comprobar el lector en el billete de un dólar, y que a su vez es el reconocido símbolo de la Orden de los Illuminati) representaba en realidad algo muy distinto: La mirada vigilante de Lucifer.
Esta imagen habría sido creada según él por los banqueros Rothschild en Europa y llevada posteriormente a los Estados Unidos por los padres fundadores de la nación, Benjamín Franklin y Alexander Hamilton, ambos masones, antes de la revolución y de la guerra de independencia de Inglaterra. “La familia Rothschild [sus descendientes] es la cabeza de la organización en la que yo entré en Colorado, y todas las hermandades ocultas forman parte de ellas”, aseguraba, “porque en realidad todas pertenecen al mismo grupo dirigido por Lucifer para instaurar su gobierno a nivel mundial”. Añadía también: “Dicen que los Rothschild tienen trato personal con el demonio. Yo estuve en su villa y lo he vivido. Sé que es cierto.”
Finalmente, en la página 88 y 89 de su libro, Koch menciona expresamente el nivel de la Masonería en el cual se produciría esta conexión, cuando relata cómo “En otras de las cartas que Mazzini y Pike se escribieron, el europeo proponía al norteamericano la creación de otro círculo dentro de los círculos, en el que se desarrollase ‘un rito que sea desconocido y practicado sólo por masones de altos grados’, que ‘deben ser sometidos al más terminante de los secretos’.
Gracias a este nuevo grupo ‘cuya presidencia será desconocida’ para los masones de grados inferiores, ‘gobernaremos la francmasonería entera’. El control absoluto de todos los masones del planeta era el mismo objetivo que Adam Weishaupt había intentado sin éxito en el convento de Wihelmsbad, pero en este caso parece que Pike triunfó donde el bávaro había fracasado. Fundó el Nuevo y Reformado Rito del Paladín, creando tres consejos, uno en Charleston, Carolina del Sur; otro en Roma, y el tercero en Berlín.
Un documento de junio de 1889 y titulado Asociación del Demonio y Los Iluminados, en el que Pike dirigía unas instrucciones secretas a los veintitrés consejos supremos de la masonería mundial, aporta algunos detalles de este nuevo rito, partiendo de la advertencia primera a sus miembros: ‘A vosotros, Instructores Soberanos del Grado 33, os decimos: Tenéis que repetir a los hermanos de grados inferiores que veneramos a un solo Dios, al que oramos sin superstición. Sólo nosotros, los iniciados del Grado Supremo, debemos conservar la verdadera religión masónica, preservando pura la doctrina de Lucifer.’
En el mismo documento, Pike hablaba como un sacerdote: ‘Él, sí, Lucifer, es Dios. Desgraciadamente Adonai [en referencia al Dios judeocristiano] también es Dios, porque, según la ley eterna, no hay luz sin oscuridad, belleza sin fealdad, blanco sin negro. El Absoluto sólo puede existir en la forma de dos divinidades diferentes, ya que la oscuridad sirve a la luz como fondo, la estatua requiere una base y la locomotora necesita el freno’ Y añadía: ‘La religión filosófica verdadera y pura es la fe en Lucifer, que está en pie de igualdad con Adonai. Pero Lucifer es el Dios de la luz, es bueno, él lucha a favor de la humanidad contra Adonai, el oscuro y el perverso.’
Saque usted, estimado lector, sus propias conclusiones.
La élite gobernante mueve los hilos en pos de un único gobierno mundial ¿cuál es el verdadero objetivo que nos ocultan?